LECHUZA EN TENNIS

Un día de aquellos en los que solo un chongo lleno de spray, mouse y un tanto de aire caliente mientras te maquillas solo para “ondularlo un poco” que siendo honesta, no me dura mucho.

Se ha convertido en una solución rápida para “despeinarme”, y no solo de forma literal.

A ciencia cierta nunca he logrado una rutina perfecta para nada. Puedo ser muy metódica con algunas situaciones, sin embargo con otras puedo ser un buen desorden como ese día mi cabello.

Proyecciones si quieren, pero para mi, una forma de detener el viento unos momentos mas aferrándome a momentos simples y particulares.

Momentos de trabajo donde hay días muy pesados, días divertidos y de muchísimo aprendizaje, a cada uno de ellos con los que he trabajado al menos los últimos dos años les he aprendido muchísimo. Cada uno con su forma tan particular de ser que si bien creo que ya hasta los quiero, bueno, poquito.

Mi oportunidad  de dirigir ha sido el mejor regalo el cual sigo con un camino largo de aprendizaje por recorrer. Los tennis los tengo bien puestos acompañada de una hermosa pluma de Lechuza, un lindo regalo que representa una insistencia en que si queremos, las alas las tenemos justo para volar.