TREINTAYDOS
TREINTA Y DOS .
Treinta y dos años viva, disfrutando de
las luces de las ciudades, algunos menos bebiendo vino tinto y disfrutando la
cerveza a todo dar, ¿me proyecté? jhajha, 32 años respirando aromas que se han
quedado de forma arraigada en mi mente, cada uno de ellos recordándome en donde
estoy, y llevando a mi mente imágenes que nunca voy a olvidar. 32 años
disfrutando de la comida, muchas veces sin miedo a decir “me voy a comer una
pizza completa y no me importa”. Treinta y dos años amando la música, amando
bailar, casi treinta y dos años siendo una fanática de la ropa. 32 años he sido
amada, 32 años he amado.
Correr, jugar, sonreír, carcajearme, observar, leer, escribir, abrazar, golpear,
gritar, brincar, llorar, fumar, bailar mas y mas, besar, caminar y caminar,
tocar, acariciar, dormir, soñar, fotografiar, rabiar, pelear, cocinar, limpiar,
lavar, nadar, simplemente respirar. Me he equivocado, he acertado.
Promesas que he dejado atrás, sin
arrepentirme, otras muchas preguntando simplemente ¿Por qué?, muchas cosas que
he hecho mal, otras muchas que he logrado de forma exitosa.
De forma arraigada a la vida de todos, en
algún momento creamos paradigmas, y formamos ideas, ideas mas que planes, y al
hacer un recuento de lo que llegamos a ver a largo plazo, de repente se
convierte en mi presente, y definitivamente mi presente dista mucho de lo que
en un momento llegué a imaginar. Nada es perfecto, pero entre la perfección que
tiene la imperfección, es la cuadratura que tiene el círculo; no, no soy bruja.
Simplemente soy una persona que cree que todo
tiene una razón de ser. Hace días vino a mi cabeza y armé una frase que
dice “Lo que se encarna es tan débil que se nos va de las manos”, a veces lo
que mas queremos y deseamos en el momento por mil razones, puede que así de
simple se quiera ir. Y bueno, dijeran en mi rancho, NI PEDO. Duelen muchas
cosas, pero hay millones otras por las cuales hoy agradezco, me siento feliz y
aunque un ojo llore por algunos segundos, el otro ojo me recuerda sonreír y por
quién sonreír.
Muchas personas han pasado frente a mis
ojos sin ser notadas, muchas de ellas fueron, muchas de ellas ya ni siquiera
las recuerdo, otras tantas siguen conmigo y yo con ellas.
Gracias a cada uno por cada segundo que
me han regalado, y los que quieran seguir regalándome.
TREINTA Y DOS AÑOS ORGULLOSA DE QUIEN
SOY. GRACIAS MAMÁ PAPÁ, HERMANOS, FAMILIA COMPLETA, AMIGOS Y LOS QUE HAN PASADO
AL MENOS DOS SEGUNDOS POR MI CORAZÓN, GRACIAS A USTEDES HOY SOY
Me tomo la libertad de compartirles un sketch rápido de un buen compañero, un
boceto para su próximo óleo. Un honor y privilegio para mi ser parte de la
colección de un morro muy talentoso Israel Zuira.
Muchas gracias.
Comentarios
Publicar un comentario
o tu que opinas?